Mi prima Luisa

Una aventura inesperada con mi prima favorita.
Es impresionante como un mujer se forma y se embellece en tan poco tiempo. La última vez que había visto a mi prima Luisa fue dos años atrás cuando ella tenía trece años recién cumplidos y yo pisaba los 24. Fui de vacaciones a Bucaramanga, su ciudad natal y allí como siempre estuvimos muy unidos y cariñosos porque eso nos enseñaron nuestros padres. Además, Luisa y yo siempre nos caímos bien, hubo química a pesar de la diferencia de edad.

Pero Luisa se vino a pasar vacaciones a Valledupar, ciudad en la que resido. Ahora yo tengo 25 y ella 15, mejor dicho ella está en la flor de la vida, y es sencillamente indescriptible su belleza. Es una adolescente muy hermosa, con un cuerpo y un rostro de ensueño. Lo mejor es que no ha cambiado para con migo, sigue siendo muy cariñosa y apegada a mí, su primo favorito. Esta es la historia.

Desde que llegó a casa, a pesar de ser contemporánea con otra prima ( que vive en mi casa) ella, anduvo mas pendiente de pasar tiempo con migo. Así que una tarde quedamos solos en casa sin ninguna malicia. Solo las condiciones se dieron. Mi primita y yo conversamos en la alcoba de Clara, mi otra prima, mientras mirábamos tv. Luego ella decidió ducharse y yo me quedé dormido sobre la cama. Cuando desperté, Luisa estaba semidesnuda vistiéndose delante de mi. Se había puesto el calzón y se estaba terminando de acomodar los sostenes. La blancura de su piel, la espalda desnuda, sus nalgas bien tenidas y su cabello castaño de rizos derramado me estimularon sobremanera. Que mujer mas linda. Me sentí un poco extrañado con migo mismo, pues nunca antes había visto con ojos de deseo a Luisa, (bueno siempre fue una niña), pero esta vez fue inevitable tener deseos e impulsos carnales. Ella se desnudó seguramente sin intención, pues siempre lo ha hecho delante de mi sin tapujos, pero esta vez me fue imposible no mirarla con ojos de fuego.

Ella lo notó por el espejo, mientras se colocaba la blusa y el pantalón de jean. Se sentó en la sala y me preguntó si yo la veía linda. Yo me puse un poco nervioso, pero le contesté con honestidad. Le dije que si, que ella estaba muy linda, que era la prima mas preciosa que yo tenía.

pero te gusta tu primita?

A quien no le va a gustar una mujer tan linda?

Me refiero a que si te gusto como mujer...en serio!

En ese momento me incomodé, porqué mi prima me hacía insistentemente esa pregunta?

pues si...me gustas para serte sincero...siempre me siento bien con tigo a pesar de yo ser mayor

pero la edad en el amor no importa primo- me replicó ella arrimándose y abrazándome

yo la dejé que se arrimara mas hacía a mí y sencillamente le lancé un beso en la boca al cual ella correspondió de forma suave y tierna. No podía creer que estaba besando a Luisa, mi prima, y me encantaba como besaba. El beso se tornó mas efusivo, y quedamos acostados yo encima de ella, mi pene se puso duro bajo mis shorts, mientras nos devorábamos en un beso. Un beso que se fue tornando color rojo, pues mis manos neceaban sobre la blusa en la zona de sus pechos formados y algo grandes para su estatura. Muy bonitos. Ella me abrazaba acariciando mi espalda metiendo sus manos bajo mi camiseta y tocaba mis nalgas apretándolas invitándome al sexo.

Hicimos una pausa para tomar aire, sin atrevernos a mirarnos a la cara, y yo la ayudé a bajarse el jean que se acababa de colocar. Sus piernas tersas y blancas salieron a flote y el calzón morado tipo tanga dejó entrever su vientre y su ingle, los muslos y la zona erógena. Dios, experimenté una sensación indecible. Acaricié esos muslos mientras ella me exhortaba a que me quitara mi camiseta. Cuando me desnude el pecho ella me besó mis tetillas. Fue delicioso, sentir esa boquita tan linda cosquilleante en mis tetillas. Fue bajando hasta pasar por mi barriga, siguió atrevida bajando hasta que topó su boca con el bulto que hacía mi pene erecto contra mis shorts. Luego se levantó de repente se puso de pie y se quitó la blusa y el sontén. Esos senos salieron a respirar aire y yo sentí que moría de emoción. Debo admitir que hasta ahora son los senos mas lindos que he visto y probado, porque de inmediato la senté sobre mis muslos mirando de frente cara con cara, pecho con pecho, barriga con barriga, sexo con sexo. La besé con ternura y luego besé sus pechos. Metí sus pezones en mi boca y le daba caricias con mi hambrienta legua. El sabor, el olor y la sensación de chupar unos senos tan tiernos es fascinante. Sus carnes blandas, la sensación maravillosa de sentir que ella se excitaba pues de inmediato gemía pidiendo que no parara

chpalos asi mia amor..mas mas...

Alcanzaba a decir entre jadeos. Nos dejamos tumbar en la cama y finalmente le quité el calzón lentamente. Fue la gloria. La dejé completamente desnuda sobre las sábanas azules de la cama. La blancura de su piel resaltaba y su sexo era espléndido con vellos muy tupidos y en forma de triángulo. Cuando abrió las piernas el olor de sus jugos vaginales me embrujó y el rosado de sus carnes húmedas y blandas me enloqueció.

Le besé el ombligo y dejé que mi boca se arrastrara palmo a palmo hasta llegar sus vellos. Allí me detuve para besarlos y pude percibir el aroma a sexo de mujer joven. Sencillamente es otra dimensión. Finalmente lamí las carne de la vulva de Luisa y chupé su clítoris mientras ella se estremecía de placer. Fue rico lamer y besar allí. Su vagina estaba muy suave, muy cálida, muy húmeda y literalmente se me hizo agua la boca. Cuando me sacié de chupar y de oír Luisa suicidarse en cada gemido, convulsionando de placer, levanté mi cuerpo, me quité la pantaloneta y dejé que mi pene saliera a respirar y comer. Estaba allí duro, seco y hambriento. Luisa lo miró con curiosidad. Alguna vez antes yo permitía que ella mi mirara desnudo, pero ahora ya no era una niña inocente. Ahora lo contemplaba con hambre de mujer en celo. Se incorporó, lo tomó con su delicada mano y me masturbó con mucho cuidado como desconfiada de si me fuera a doler, pero fue tomando confianza y yo le sostenía por el brazo para ayudarla. Luego le fui acercando el pene a su rostro hasta que quedó a centímetros de su boquita rosada y tierna.

quieres que lo chupe?

Si amor...hazme ese favor...puedes?

Si..no soy experta pero si...si puedo

Y lo lamió en la cabeza como probando primero su sabor y fue tomando mas confianza hasta meterlo en su boca. Lo chupo con torpeza pero con increíble dulzura, mientras lo mamaba yo le acariciaba los pezones que estaba endurecidos y miraba su espalda y sus nalgas en el espejo de enfrente.

te gusta?- le preguntaba yo

ella sin dejar de chupar asentía con su cabeza y sin abrir los ojos. Parecía en otro planeta saboreando mi organo. El cosquilleo que experimentó sintiendo su lengua jugar con mi sexo fue única y a sumado el espectáculo visual que ello suponía así que no pude contener el orgasmo.

Mi a amor me voy llegar...voy eyacular

dispara aquí

me contestó al sacar mi pene de su boca señalando sus pechos. Asi que mi elixir se derramó sobre los carnosos senos. El semen disparado a cántaros y Luisa observaba fascinada sin dejar de agarrar mi palo.

estas cansado primito?

No..amor esto apenas comienza

Yo no podía creer que estuviera haciendo el amor con mi prima Luisa, con una hermosura tierna, y de la manera mas natural del mundo. Pues eso me probó que Luisa había tenido algo de experiencia sexual anteriormente.

Se acostó boca arriba con las piernas cerradas mientras con mi camiseta se limpiaba el semen derramado sobre sus pechos. Yo aproveché para tomar un poco de fuerzas y poco a poco me acomodé hasta quedar frente a ella. Abrí sus piernas y suavemente mirándola a su rostro la penetré. Dejé que la mitad de mi miembro adentrara en el calor de su vagina. Explotamos de placer. Fue despacio al principio, pero a medida que pasaban los segundos aumentaba el ritmo y la intensidad de las embestidas hasta que los vellos púbicos se enredaban en el vaivén del sexo. Me dejé caer sobre su cuerpo y la besaba intensamente mientras la penetraba. Pude meter así todo mi pene en la vagina mas linda que he probado.

ahh, ahh, haah, mm, mm, mmm- era todo lo que Luisa decía.

Oír esos gemidos me excitaba y allí sobre ella y con pide engullidos entre las paredes húmedas y estimulantes de su sexo me fue imposible contener mi segundo orgasmo. Que fue mas intenso que el primero. Cambiamos de pose. Yo me acosté boca arriba y ella se dispuso a horcajadas sobre mí pudiendo yo contemplar todo su cuerpo hermoso convulsionar a espasmos. Su vulva, su ombligo, sus pechos tersos, su rostro plácido, su cabello derramado, el sudor que recorría su frente, toda su piel desnuda allí se agitaba subiendo y bajando en orgasmo femenino honesto y maravilloso.

El agotamiento nos fundió y desnudos dormimos una media hora. Fue espléndido.

Nos adoramos y durante esas vacaciones que fueron poco mas de 20 días hicimos el amor casi a diario hasta saciarnos de cuerpo y alma.

0 comentarios:

Publicar un comentario

My Instagram