La Apuesta: Capítulo 1

Claudio hace una apuesta con uno de sus cuñados de la que luego se arrepiente, pero de paso descubre como eran las personas que lo rodean, ¿se arrepentirá también por ello?. Esta serie o relato es de varios capítulos que repasan varias de las categorías distintas, espero que les guste
Hola a todos, me llamo Claudio, tengo 41 años, soy casado con la menor de tres hermanos, Maite de 35, los dos mayores son hombres Raúl y Andrés, sus edades son muy seguidas, tanto que parecen mellizos, separándose casi exactamente por un año cada uno de ellos, ambos varones se casaron con dos hermanas preciosas. La casada con el mayor que es la menor de ellas y se llama Carla, contando a la fecha con 36 años y dos hijas, una de 18 años y la segunda de 17. En cuanto a la casada con el menor que es Andrés; es la mayor, se llama Ana y tiene 37 años, tiene tres hijos, de 15, 13 y 3 años. Se preguntarán a que viene esta explicación tan detallada, fácil, los hechos que les relato se iniciaron cuando le estábamos celebrando el cumpleaños número 38 del mayor de los hermanos y el 37 del menor.

Para esta fecha la familia se puso de acuerdo en celebrar los dos cumpleaños juntos, ya que estaban muy próximos y queríamos hacer algo grande, por lo cual la madre de mis cuñadas ofreció amablemente su gran casa para tal evento, pues éramos muchos entre familia y amigos como también gente de la empresa, además doña Flor, como se llama la suegra de mis cuñados, no tiene muchas visitas desde que falleció su marido hace dos años, momento en que quedó viuda con tan solo 52 años. Debo acotar que ella representa mucho menos, es una belleza madura de donde salió el patrón para sus hijas, ambas muy atractivas. Al evento acudieron prácticamente todos los que fueron invitados, ya que en general la familia es muy acogedora; la fiesta estaba muy animada y el licor circulaba sin mucha mesura, por lo que creo que había muchos como yo, que estaban bastante contentos y desinhibidos sin caer en excesos o estar borrachos.

En mi caso debo reconocer que me llevo muy bien con mis cuñados, tanto que usualmente vacacionamos juntos, conversamos de todo, nos hacemos bromas y apostamos diferentes cosas por diferentes asuntos, como por ejemplo los resultados del Real Madrid y del Zaragoza; afortunadamente para mí yo soy fanático del primero, y ellos del segundo. Claro que no todo es miel sobre hojuelas en esta relación familiar, por varios motivos, pero hay dos fundamentales, el primero es que inicialmente yo no fui muy aceptado bien aceptado por mi suegro que en paz descanse, tanto que a mi amada Maite la dejó con el mínimo de la herencia posible. Cosa que nunca me importó, ya que nos la apañábamos bastante bien solos, el segundo motivo que hasta la fecha persiste, es que los tres hermanos son muy competitivos entre ellos, muchas de las peleas que ellos tienen son por ver quién es mejor que el otro en algún tema, o simplemente quién gana más que el otro en lo que sea. Creo que eso venía de la educación de sus padres, cosa que a mí no me gusta pero debo aceptar de ellos, especialmente de mi mujer que es el centro de mi vida.

Después de casarnos con Maite, vivimos en pequeño piso que rentábamos mientras yo hacía mis primeras ganancias en mi especialidad de Ingeniería Informática, todo marchaba bien, pero pasado un tiempo de fallecido mi suegro, fue cuando entonces Raúl el hermano mayor y muy amigo mío en ese entonces me llamó para que fuésemos socios, iniciando una empresa de ingeniería con su hermano al que también conocía desde la época de la universidad. Debo agregar que gracias a Raúl conocí a mi Maite, pues tomamos algunos cursos juntos e hicimos buenas migas, cuando teníamos necesidad de estudiar o hacer algo juntos, yo acudía a su casa o él a la mía.

En esta sociedad si bien nos va bien, no siempre fue así, ya que para ellos era un negocio más, pero para mí era mi futuro, y es así que en el pasado hemos tenido algunos desencuentros por problemas de dinero. Estos se debieron fundamentalmente a que no siempre hemos sido suficientemente ordenados en los gastos, en especial Raúl el que más de una cana verde nos ha sacado a los otros dos socios, claro que yo siendo el socio minoritario me las tengo que “tragar”, ya que ellos pusieron entre los dos el 80% del capital y yo con la ayuda de mi esposa solo el 20% restante, el que procuro defender aportando el 80% de trabajo y ellos el 20 % restante.

Habiendo descrito la situación inicial entraré a los hechos, como verán, estaba conversando con Andrés que es con el que mejor me llevo actualmente y me comenta que su nueva secretaria es preciosa y que sela quiere beneficiar, o sea convertirla en una de sus tantas amantes. Cabe comentar que él siempre ha sido muy salido y es usual que le ponga los cuernos a su esposa, cosa que yo detesto, pues para mí el matrimonio está basado en la confianza. Yo le decía que lo pensara mejor dado el viejo adagio que “ni en la cocina, ni en la oficina ni con la vecina”, el se reía de mis “tonterías”, pero en la medida que avanzamos en la conversación caímos en algo que nunca debimos de haber caído… ¡en una maldita apuesta! Si mal no recuerdo, todo comenzó con el siguiente dialogo.

    Claudio: Eres tan feo que dudo que esa chica se fije en ti, más sabiendo que estas casado con una bruja como tu mujer, jajaja.
    Andrés: Oye no soy feo y el dinero embellece a los hombres
    Claudio: Tal vez con tu dinero caiga en tus brazos pero así no tiene gracia, jajaja
    Andrés: Por lo menos lo intento, tú como no tienes mucha pasta, dudo que harías caer a una mujer.
    Claudio: Te aseguro que más de alguna cayó en mis redes, cuando aún no tenía ni un duro.
    Andrés: Si mi hermana, jajaja, pero ella es tonta, jajaja.
    Claudio: No te lo creas, tu hermana fue muy inteligente, cuando me conoció yo tenía muchos ligues y ella las venció a todas, pero si ahora quisiera, incluso sin pasta tendría muchos ligues, jajaja.
    Andrés: No te creo en lo absoluto, por lo que estoy dispuesto a hacerte una apuesta.
    Claudio: ¡Una apuesta! ¿De qué?
    Andrés: Una que según tú podrías ganarme fácilmente.
    Claudio: A ti cualquiera apuesta te la gano sin problemas, dije envalentonado mientras reía.
    Andrés: Bien te la haré aún cuando dices que estoy en desventaja. Por lo que te apuesto cien mil euros a que pierdes contra mí en lo que te voy a proponer.
    Claudio: Lo que quieras, pese a que es mucho dinero y es todo lo que tengo ahorrando para una casa.
    Andrés: Ahhh…. ¿Veo que la gallina se está acobardando?
    Claudio: No me acobardo, pero es mucho dinero
    Andrés: Pero recién dijiste que me ganarías en cualquier cosa….¿eres gallina?
    Claudio: No, no soy una gallina, acepto tu desafío cualquiera que sea.
    Andrés: Mira para ti será fácil, se trata de cuál de los dos es capaz de conquistar a siete mujeres en el plazo de un mes, si empatamos o me vences los cien mil euros serán tuyos
    Claudio: Pero hombre ¡que soy fiel a tu hermana!
    Andrés: Ya aceptaste, págame de inmediato si no te encuentras capaz de hacerlo, ya que es una “apuesta de caballeros” y “una puesta es una apuesta” y la aceptaste cualquiera fuese.
    Claudio: No ha pasado ni un mes así que aún no la puedes cobrar, por lo que puedo pensármelo. Además debemos reglar la apuesta para que quede clara.
    Andrés: Muy bien, primero cada uno le escoge las mujeres a conquistar al otro,
    Claudio: Muy bien, pero siempre que no sean feas o sean inalcanzables, ya sea por la distancia o acceso a conversar con ellas y eso incluye el idioma.
    Andrés: Muy bien, para demostrar la conquista deberás tener una foto con ella ensartada en la verga y nada de trucos fotográficos.
    Claudio: En ese caso es mejor un video.
    Andrés: Sí me parece razonable.
    Claudio: Si no cumplimos ninguno de los dos la apuesta queda nula.
    Andrés: Pero si uno de nosotros lo intenta y logra de una conquista aunque sea una por arriba del otro gana, y el perdedor deberá pagar diez mil euros por cada conquista válida.
    Claudio: Muy bien, ahora definamos las chicas, yo primero
    Andrés: Muy bien dímelas que las anotaré en este papel dijo, la memoria es frágil
    Claudio: Muy bien parto con las chicas

    Primero la Abogado esa que es amiga de tu mujer, la que es muy bella… Amelia aportó sonriente.
    Tu secretaria no, que es muy fácil, que sea la secretaria de Raúl
    La maestra del curso de tu hijo, que es preciosa, la vi en la presentación...la tía Patricia me dijo.
    Nuestra amiga del tenis, Merche creo que se llama, su marido es un pesado. Sí con tal de joder al fulano aportó, jajaja
    La amiga de tu mujer, que es toda una valkiria… ¡Sí Bárbara!, dijo sonriendo
    Mmm creo que la amiga de tu suegra, esa de ahí, dije señalándola…se llama Angustias me contestó, sí esa misma dije.
    La relacionadora pública que lleva la cuenta de la empresa finalicé, Ainhoa acotó él, si esa, me parece muy bella finalicé.

    Andrés: Acepto todas y cada una de ellas, será difícil pero lo haré, ahora me toca a mí.
    Claudio: Recuerda que no deben ser feas….
    Andrés: O inalcanzables, descuida tal como lo hiciste tú lo haré yo.

    La primera será Mary, la prima de tu esposa…pero… alcancé a decir cuando me detuvo agregando: “es totalmente alcanzable y es bonita”.
    La Amiga de tu esposa esa de ahí, me señalo a Berta una amiga detective de la brigada de delitos sexuales de cuando mi esposa estudió para policía; cosa que mi suegro se negó a pagar. Afortunadamente el entusiasmo por la carrera le duró un año cuando descubrió que no tenía pasta para ello.
    Carla la esposa de Raúl….pero joder coño que es la esposa de tu hermano alcancé a decir, pero de inmediato me rebatió que cumplía cabalmente las reglas.
    Mi suegra doña Florencia me dijo con una sonrisa de oreja a oreja… pero es la madre de tu esposa, le dije cuando riendo me contestó que lo sabía y que cumplía cabalmente los requisitos, lo que era cierto.
    Paola, la prima de la prima de tu esposa….¿esa es Paola? le indiqué señalando a la susodicha casada con un tipo gigantesco y de malas pulgas, que tenían a Mary como pariente común con Maite….sí, esa, agregó con una risotada.
    Fernanda la hija menor de Carla, que es un primor…. pero macho debe tener 17 años….no, me interrumpió, acuérdate que cumplió los 18 hace poco.

    Pero Andrés eres un tramposo, como pretendes que yo pueda ganar con las mujeres que elegiste.
    No lo pretendo, tú pusiste a las que estimaste mejor para tu conveniencia y yo puse a las que estimé mejor para la mía, pero para que veas que soy bueno y justo, te doy a elegir una mujer a tu gusto. Ahí vi mi tabla de salvación por que bastaba que fuese algo que le afectara directamente y se desistiría.

    En ese caso mi querido Andrés, elijo a tu esposa Ana, dije sonriendo.

    Andrés: Muy bien acepto, dijo sin siquiera titubear.
    Claudio: Pero Andrés el que debe aceptar soy yo
    Andrés: Las aceptaste de momento en que elegiste a la última, una cosa más, la secuencia será flexible con la excepción de la última de las mujeres.
    Claudio: Muy bien, así será.

Terminada de ser cerrada la apuesta llegaron los demás para que le fuéramos a cantar cumpleaños feliz a los dos festejados y comer torta, todo salió muy bien, pero yo tenía la procesión por dentro, pensando en el tremendo error que había sido hacer la apuesta. Mi esposa me vio pensativo y me preguntó ¿qué te pasa?, a lo que le respondí que nada, pero ella me conocía y me leía como un libro abierto y me llevó casi a la fuerza a un rincón de la biblioteca. Ahí le conté todo, puso una cara de furia indescriptible, de sus ojos grises azulados emanaba furia, acompañada de un gran enojo y más furia, hasta que me llevó al jardín para decirme casi a gritos:

    Maite: Eres un tarado estúpido, apostando con el cabrón de Andrés algo que el con su desfachatez es capaz de ganar sin problemas, arriesgando los ahorros de la familia de hace mucho tiempo, gilipollas.
    Claudio: Pero amor, pensé que solo eran fanfarronada como las mías.
    Maite: Tontorrón ¿desde cuándo que conoces a Andrés?
    Claudio: Bueno de hace tiempo….
    Maite: ¿Entonces como no pensaste que quería ganar dinero fácil para unas buenas vacaciones en Montecarlo o la Riviera Francesa?
    Claudio: En realidad no lo pensé.
    Maite: Estúpido claro que no lo pensaste…me casé contigo porque pensé que eras brillante, pero veo que estoy equivocada.
    Claudio: Amor desharé la apuesta, te lo prometo.
    Maite: Tú crees que lo permitirá sin que después no te lo saque en cara toda tu miserable vida y se lo diga a todos
    Claudio: Me enfrentaré a todos de ser necesario
    Maite: Ni lo pienses, la cumplirás con mi ayuda, ganaremos esos cien mil euros y seremos felices, pero después ninguna apuesta más, ¡entendido!
    Claudio: Si corazón, ella no me contestó y me hizo que dejáramos la fieta.

El regreso a casa fue de un silencio casi mortal, de hecho me echó de la cama y tuve que ir a dormir al sofá por primera vez en todos nuestros años de casados, a la mañana siguiente aún no me hablaba, los niños notaron que algo andaba mal y se fueron casi en silencio a la casa de su abuela materna, solo con el transcurso de las horas comenzó a hablarme algo, eran monosílabos para decir o pedir que hiciera algo con alguno de los dos niños que tenemos.

El lunes por la mañana fui a dejar a los chicos al colegio para después ir a la oficina a trabajar, saludé a mi secretaria como de costumbre cuando al solo entrar a mi despacho entro detrás de mi Andrés, me saludó como de costumbre y se sentó en el sillón frente a mi escritorio y me dijo sonriente:

    Macho que te vengo a mostrar como se cumple una apuesta.
    Claudio: Estás de coña si solo iniciamos la apuesta el sábado por la noche.
    Andrés: Bien, yo no pierdo el tiempo como tú, así que mira lo que grabé en mi móvil.

Me pasa su móvil y lo veo como tenía ensartada a Angustias la amiga de su suegra, le amasaba las tetas, las tenía medianas algo caídas pero suculentas, ella gemía y suspiraba mientras Andrés le decía lo puta que era y le preguntaba si le gustaba su verga, era entre cómico y grosero, la señora en cuestión, bramaba de contenta ante cada envestida de Andrés, quise devolverle su celular, pero él me dijo.

    Espera que ahora viene lo mejor, resumí la follada en unas tomas geniales donde la enculé y luego me corrí en su cara.
    Claudio: Pero que guarro eres.
    Andrés: Sí, es cierto pero quedó increíble

Me mostró nuevamente el celular donde se veía claramente como le metía la verga por el anito a la pobre señora que gemía de dolor por la entrada del invasor. La siguiente escena ella nuevamente bramaba de placer llegando a correrse ensartada por el ano; la mujer se veía feliz. Luego la última escena, me pareció bastante extraña, se veía a Angustias llena de leche en la cara mientras se relamía su boca. Pese a lo guarro de todo, me calenté al ver como mi cuñado se había beneficiado a la estupenda amiga de su suegra, una mujer madura en los 50 y tantos años.

    Andrés: ¿Te gustó como se veía Angustias?....Es una mujer apasionada, tu elección fue muy buena, gracias, espero que las siguientes sean iguales o mejores.
    Claudio: Espero sinceramente que las disfrutes, pero me parece que la apuesta no debiese seguir…
    Andrés: Pero hombre, como voy a renunciar a tanta tentación y cien mil euros.

Que les puedo decir, ya estaba perdiendo mis primeros diez mil euros, la congoja me asoló casi de inmediato, tanto que me levanté y salí a pasear para despejarme, estaba en eso cuando me llama mi secretaria al móvil anunciando que mi mujer está esperándome en mi oficina, a la cual acudí rápidamente, pensando en una demanda de divorcio o algo peor.

    Hola mi amor, me atreví a saludarla
    Maite: Hola pardillo, me contestó sin más
    Claudio: ¿Qué sorpresa, para que estás aquí?
    Maite: ¿Para que va ser?, para planear tus conquistas o de otra forma perderemos.
    Claudio: Pero no quiero que te enojes y acabe nuestro matrimonio.
    Maite: Si ganas no acabará, pero si pierdes, ten por seguro que así será.
    Claudio: Lamento decirte que ya tu hermano se folló a doña Angustias.
    Maite: No me extraña pues esa señora es una verdadera puta casada con un polla floja, todo el mundo lo sabe. Pero parece que tú no.
    Claudio: La verdad es que no lo sabía.
    Maite: Mira mi querido pardillo, sé de tu ignorancia en el tema, porque eres tan bueno y carente de malicia, que no me cabe dudas que nunca me has puesto los cuernos, por eso necesitas que te apoye en esta estúpida apuesta. Pese a que nunca te he puesto los cuernos, sé más que tú en eso, ya soy más atenta que tú en el comportamiento de las que están en tu lista.
    Claudio: ¿En serio?
    Maite: Sí y sé de donde cojean varios de tus objetivos.
    Claudio: Gracias…
    Maite: Nada de gracias….todo esto tiene su costo.
    Claudio: ¿Costo?
    Maite: Sí, ya que debo dejarme “cornamentar” a sabiendas, quiero cumplir con un deseo que nunca te he contado.
    Claudio: Pero Maite
    Maite: Nada de peros….es más, tal vez te guste lo que voy a pedir.
    Claudio: Bueno pídelo dije resignado.
    Maite: Mira siempre he querido dominar a una mujer en especial….
    Claudio: ¿Dominar a una mujer….es que acaso eres lesbiana?
    Maite: Hasta que te conocí era lo que se llama bisexual, contigo me convertí en heterosexual por que eras el hombre de mis sueños, pero siempre me a picado el coño por una en particular
    Claudio: ¡Maite me sorprendes!!
    Maite: Lo sé, pero no me juzgues, siempre te he sido fiel y desde que estoy contigo no he tenido más sexo que contigo, pero dadas las circunstancias puedes optar por cumplir mi deseo o dejar que me encame con siete hombres a tu elección para estar a mano.
    Claudio: Creo que la opción de cumplir tu deseo es la mejor para mí, dime cual es la susodicha.
    Maite: Siempre he querido dominar a Ana la mujer de Andrés, por algún motivo me pira que sea altanera y orgullosa, bella como ninguna y quiero que una vez que te la folles yo haga lo mismo, quiero que esa perra termine lamiendo mis pies…¿Es mucho pedir?
    Claudio: No, creo que no.
    Maite: Bien ahora que nos estamos entendiendo fóllame rudo como nunca lo has hecho.

La conversación me alivió el corazón y la congoja que tenía desapareció, dando paso a la lujuria que siempre había reprimido con la que creía recatada esposa. Me levanté y le dije por citófono a la secretaria que no quería interrupciones por ningún motivo, saqué mi hiniesta verga de su encierro y tomando a mi Maite del pelo se la metí hasta la garganta, nunca antes en mi vida lo había hecho, pero ella pese a las arcadas, me miró con sus ojos gris azulados con una mezcla de dulzura y sumisión, ¡era otra Maite! Mientras le follaba la boca le agarré las maravillosas tetas que se gasta por sobre la ropa y se las apreté hasta que ella se las sacó de su encierro para envolver mi verga en ellas.

    Maite: Mmm veo que me entiendes corazón….¿me darás duro por el culo?
    Claudio: Sí pero primero quiero tu coño.

La levanté de la silla le incliné su torso sobre mi escritorio boca abajo, posando sus tetas sobre el frío cristal que lo cubre y la envergué sin piedad, ella deliraba de deseo, pese al dolor inicial para ambos al de ser penetrada casi sin lubricación, comenzó a calentarse y chorrear flujo vaginal como nunca en nuestra vida conyugal lo había hecho. La tomé de las ancas y la cabalgué como la yegua salvaje que se me había revelado, le di varias nalgadas que me agradeció con la mirada, mi mete saca era frenético, hasta que se corrió como una gata en celo. Yo aún estaba caliente,  creo que no me había corrido de puros nervios, le saqué mi mojada verga de su coño y se la metí por primera vez por su orto. Noté que no le costó mucho recibirla y pensé que ya había tenido experiencias anales, pese a que por primera vez yo lo usaba para mi placer, ella comenzó a dedearse su clítoris mientras le metía mi verga con fiereza hasta fondo, no tardamos mucho en corrernos, yo en su culo y ella en su mano.

    Claudio: ¿Te gustó?
    Maite: Sí pero no para todos los días, pues estoy molida o como diría en mis tiempos de estudiante universitaria, hecha polvo.
    Claudio: ¿Antes eras así de salvaje?
    Maite: A veces, pero desde que estoy contigo no.
    Claudio: Pero podrías haberme dicho
    Maite: Te conozco y siempre has sido muy convencional para estas cosas.
    Claudio: Pero yo te podría haber satisfecho de esta forma de vez en cuando, creo que no es malo y me ha gustado….un poco.
    Maite: Ves lo que te digo. Bueno, a contar de ahora lo haremos de vez en cuando, ya que te ha gustado un poco.
    Claudio: Así será.
    Maite: Bueno amito Claudio, es hora de que planifiquemos nuestra victoria.

Nos compusimos un poco la ropa, ventilamos la oficina y le pedimos café a mi secretaria la que entró muy risueña y con cara de complicidad, nos sentamos en el sofá frente a la mesita central para iniciar nuestra planificación no sin que antes Maite me dijera:

    A tu secretaria deberíamos darle su merecido amito Claudio.
    Claudio: Pero que dices Maite, punto uno es mi secretaria y no mi amante, además de donde sacaste eso de amito Claudio.
    Maite: Si bien quiero dominar a Ana, tú serás mi amo, pero como eres tan tierno, serás mi amito, jajaja
    Claudio: Bueno, pero vamos a lo que vinimos.

El listado lo puse sobre la mesa, ella lo comenzó a leer y puso algunas anotaciones al lado de cada nombre, lo miraba y luego volvía a escribir, estuvo así un buen rato y me dijo que le trajera un café mientras ella pensaba, yo a esas alturas ya no me sorprendía nada de mi mujer, no era la con que me casé, pero no podía quejarme, era mucho más comprensiva.  Con su actitud libre y espontanea me ponía duro y juguetón, tanto que me preguntaba ¿por qué no lo había sabido antes?

    Mary: Mi prima, es alegre, trabajadora, simpática y seria, aún cree en el príncipe azul, aún cuando se casó con uno de los enanos y más encima con el más tonto de ellos. “es difícilmente alcanzable y es bonita”.
    Berta: Mi amiga es seria y trabajadora, no cree en los hombres, está divorciada, pero le gusta tanto el sexo fuerte como a mí, la podemos encontrar en esos clubes para buscar ligues de una noche. “es totalmente alcanzable y es bonita”.
    Carla la esposa de Raúl: Es una pesada que se cree la esposa perfecta, pero tiene un amante en el club de golf, ya que mi hermano tiene sus propias amantes, podemos sorprenderla con las manos en la maza o la verga en el culo, es una chica fácil, “es totalmente alcanzable y es bonita”.
    La suegra de Andrés, doña Florencia: Es una mujer seria, no le conozco nada, pero es viuda, una vez que te vio en bañador te encontró de muy buen ver. Tal vez su sequía de dos años puede trabajar a nuestro favor. “es difícilmente alcanzable y es bonita”
    Paola, la prima de Mary: La encuentro media tonta y frívola, una vez su marido la sorprendió flirteando con un colega de oficina el cual terminó en el hospital, lo bueno es que es muy romántica y coqueta, “es alcanzable y es bonita”, aunque peligrosa.
    Fernanda la hija menor de Carla: A sus cortos añitos nuestra sobrina es más “puta que las arañas”, pero poder estar a solas con ella es difícil, con la oportunidad adecuada te la puede follar fácilmente “es totalmente alcanzable y es bonita”.
    Ana la esposa de Andrés, creo que es la más fácil, pues me confesó que un día de éstos tomará venganza de todos los cuernos que adornan su cabeza, gentileza de su “buen marido”, “es totalmente alcanzable y es bonita”.

Maite me pasó la lista y comencé a leer su análisis preliminar, no era muy detallado pero tenía algunos puntos que podríamos explotar para conseguir nuestro objetivo, o por lo menos no perder por mucho. La miré y ella me sonrió, le acaricié la cabeza y le di un beso con mucha ternura y cariño, diciéndole a continuación:

    Muy buen trabajo eres muy observadora, ¿quién lo diría?, solo te faltó tener las medidas de cada una de ellas.
    Maite: Tienes razón haremos una ficha de cada una de ellas incluso con sus medidas, tenemos que completar el análisis para atacar sus debilidades
    Claudio: Maite pareces más un militar que una esposa sumisa
    Maite: Hay mi amor, se nota que te falta instinto de depredador, no deberás ser así y menos con las mujeres de la lista
    Claudio: Pero soy así no sé si pueda cambiar.
    Maite: Sí lo harás y partiremos hoy mismo.
    Claudio: Si ¿cómo?.
    Maite: Ya verás, pero lo debemos hacer, para lo cual llama a tu secretaria ¿cómo se llama?
    Claudio: Paula, ¿para que la quieres?
    Maite: Ya verás…., que venga a tomar notas y que deje a otra en tu despacho
    Claudio: Señorita Paula venga a tomar notas y deje a alguien es su reemplazo,
    Paula: Muy bien don Claudio.
    Maite: Bien amado mío, ahora te voy a enseñar a ser un cazador de féminas

La quedé mirando, ella sin mayor corte se desabrochó la blusa y se sacó el sujetador que controlaba a sus generosas tetas, luego lo guardó en la cartea, se soltó el pelo y se subió la falda, se veía muy tentadora, tanto que mi verga se entusiasmó. Tanto que me puse a su lado esperando poder ponerla en su boca, pero ella me miró y sonriendo me rechazó con la mano y me dijo

    Guárdala para Paula, amor mío
    Claudio: ¿Qué?
    Maite: Que la guardes, pues la usaremos con Paula, apúrate que está por venir.
    Claudio: Pero amor, ella es mi secretaria,…
    Maite: Y como dice la canción Juan Carlos Calderón y que canta Mocedades, esa  que te gusta tanto:

“Secretaria, secretaria

La que escucha, escribe y calla

La que hizo de un despacho tu morada

Casi esposa, buen soldado, enfermera

Y un poquito enamorada”.

Mi mujer cada momento me sorprendía más y más, el solo hecho de esperar que entrara Paula a tomar notas supuestamente para luego ser un “simple simulador para mi entrenamiento”, me puso nervioso. Ella me señaló que me sentara en mi sitial detrás del escritorio y que ella actuaría, por lo cual solo debía de seguirle la corriente. No me imaginaba lo que tramaba Maite, solo esperaba que no explotara en nuestras caras porque sería un escándalo. Mi atractiva secretaria entró con una cara alegre y dijo

    Paula: Estoy lista para lo que ordene don Claudio.
    Maite: Paula querida, solo por ahora las órdenes las daré yo, por favor toma asiento
    Paula: Gracias doña Maite, en que le puedo ser útil
    Maite: ¿Encuentras a mi esposo atractivo? Dijo Maite parándose tras su silla.
    Paula: Perdón doña Maite, no sé si será adecuada esa pregunta.
    Maite: Paula cariño, solo te pido sinceridad, no tengas miedo, nada de lo que pase aquí saldrá de esta oficina.
    Paula: Bueno para ser sincera el es un hombre muy atractivo, pero yo nunca…
    Maite: Tranquila que lo sé, lo tengo muy bien adiestrado, pero quiero cambiar eso y tú me ayudaras.
    Paula: ¿Pero como los puedo ayudar?
    Maite: Simplemente, ayúdame a que aprenda a follar como un jefe. Te estaré eternamente agradecida, acto seguido cuando la chica se iba a parar, la detuvo y le masajeó las tetas descaradamente.
    Paula: Pero señora, no podemos hacer eso dijo quedándose sentada en el lugar
    Maite: Ven Claudio, esta zorrita te debe comer tu linda verga.

Me levanté a instancias de mi mujer, mirando a Paula que tenía una cara de sorpresa y no sé si de susto, pero no era la de siempre. Me acerqué a ella y siguiendo las instrucciones de Maite me saqué la verga y se la metí en la boca a la chica, la cual la recibió sin protestas comenzando a mamarme con delicadeza.

    Maite: Ahora que nos sinceramos, dale duro, demuéstrale que eres su macho.

La levanté de la silla y le abrí su blusa con algo de su ayuda, ya que no usaba sujetador, por primera vez vi las lindas tetas de mi secretaria al desnudo,  eran pequeñas pero con lindos y abultados pezones, una maravilla, ahora más que nerviosa la notaba caliente. Mi esposa, le tomó las tetas por detrás y me las ofreció para que se las comiera, mientas hacia eso la tomé por el maravilloso culo, ¡lo que no tenía en tetas lo tenía en culo! La salerosa morena eran un bombón sexy que yo nunca había apreciado. Le subí la falda hasta la cintura y le bajé las bragas pasando mi verga por su húmeda rajita, la chica ahora suspiraba mientras mi Maite me besaba y me decía al oído:

    Ahora campeón demuéstrale por qué eres mi hombre

La estreché apretándola de sus nalgas, mordiéndole el cuello suavemente, Paula suspiraba y gemía, en eso Maite se ensalivó un dedo y se lo metió por el orto a Paula, ella dio un respingo pero se dejó hacer, doblé mis rodillas y la ensarté, como la posición era algo incómoda me senté en el sofá con ella arriba saltando sobre mi verga feliz de la vida, entonces Maite se sacó sus enorme tetas de la blusa y le ordenó a la chica que se las comiera, yo aproveché de hacer lo mismo con las dos mujeres con que estaba entrenado,

    Eh tú mi macho, solo dedícate a la chica, hazla tuya por todos lados, después si te quedan fuerzas lo harás conmigo.
    Claudio: Okey Jefa, así lo haré.
    Maite: No, tu eres el jefe aquí, nosotras solo somos tus peones.

No sé cuánto tiempo estaría dándole a Paula, lo único que sé que ella me decía que bien le llenaba el coño y que desde hacía mucho tiempo que deseaba que la follara, como lo hacía ahora, de pronto comenzó a chillar y respirar agitadamente hasta correrse, la saqué de encima y le pasé mi verga por su angelical cara, por los ojos, la nariz, la boca las orejas, los pómulos para luego pasarla por sus tetas donde mi esposa se había prendido hacía solo instantes, aproveché metérsela en la boca a ella, intentó protestar pero le dije

    Joder Maite, que a tu Jefe le debes mamar la verga si lo quiere.
    Maite: Lo que tú quieras mi amo..rr
    Paula: ¿Yo también se la puedo mamar?
    Claudio: No tú ahora la recibirás por tu anito.
    Paula: Pero nunca me la han metido por ahí y usted la tiene grande.
    Maite: Si, pero le pondremos mucha babita a su culito y se la metes mi amo...rrr

Maite la puso en cuatro patas en el sofá y le comió el orto a su antojo, para luego ensalivar mi verga. El ver a Maite tan salida con mi otrora seria secretaria me calentó en demasía, tanto que le puse el glande en el orificio y se la seguí metiendo hasta llegar al fondo sin parar, ella se mordía la mano para no gritar. Se la saqué por un instante mirándole el hermoso culo y Maite volvió a ensalivar mi erecta verga. Con más lujuria que antes, la volvía a empalar, acto seguido mi amada Maite le dedeaba en el coño mirándome como poseía a Paula su mirada de puta lujuriosa se develó por primera vez en mi vida mientras yo seguía en mi frenético mete saca, no pasó mucho tiempo antes de que nos corriéramos como burros, dejando el grandioso culo de Paula lleno de leche tibia, luego le dije que me la limpiara y sin asco la recorrió con la boca.

    Bien ahora que terminaste con tu Jefe, debes atender a su esposa, por lo que cómeme el coño.
    Pero yo no lo he hecho nunca.
    Ahora aprenderás.

Así fue como mi Maite se dejaba comer el coño mientras yo me senté a llenar algunos papeles de la oficina y hacer el típico trabajo con que me gano la vida, era extraño lo sé pero no podía seguir mirando como mi esposa, antes para mí una santa que ahora se mostraba como una mujer llena de apetito sexual. Todo ello hasta ese momento era un tanto traumático como desconocido para mí. Después de un rato sin mirarlas las miré de reojo y las vi haciendo un sesenta y nueve sobre mi sofá que tantas serenas siestas me había permitido. Nuevamente mi verga se mandaba sola y mi mente se calentaba hasta decir basta, parándome para simplemente ensartar a Paula que era la que estaba arriba y darle duro mientras mi Maite me pasaba la lengua por las bolas hasta que me derramé nuevamente en mi secretaria la que me siguió apenas sintió la poca leche que le eché en su interior, finalmente mi Maite también se corrió entre suspiros creo que por solo simpatía y deseos reprimidos de hacía mucho tiempo.

Terminado el primer trío de mi vida, me sentía entre eufórico y ofuscado por descubrir que mi mujer era mucho más salida de lo que alguna vez pude siquiera pensar. Por eso y por mi cabreo les dije que tenía que trabajar, diciéndole a Maite que debía ir a casa y la otra la mandé a su escritorio, las dos me obedecieron casi en silencio, vistiéndose muy rápido. Cuando los tres terminamos de componernos y ventilar la oficina, Paula salió rumbo a su escritorio quedando un instante solos, miraba a Maite y no me lo podía creer como una apuesta estaba afectando tanto a mi vida, ella me sostuvo la vista y se acercó besándome de despedida pero antes de salir mi mujercita me dijo al oído.

    Veo que entendiste el mensaje, estoy orgullosa de ti, ganaremos la apuesta, te lo aseguro.
    Claudio: Así espero, ya que Andrés me lleva una de ventaja.
    Maite: Por poco tiempo, créeme,… por poco tiempo, adió corazón.

Por la tarde continué con mi trabajo, pero mi cabeza estaba más que nada en todo lo que acababa de suceder, cuando a medio día me junté con los hermanitos mis socios, no pude ser el mismo de siempre, tanto que Raúl me preguntó si todo estaba bien en la empresa, a lo que Andrés salió diciendo que era que a la fecha el me estaba ganado una apuesta de la que luego me enteraría. Más tarde cuando debía firmar los últimos documentos antes de marchar a casa, Paula entro cerrando la puerta tras de si, e inusualmente rodeó mi escritorio pasándome los documentos e inclinándose para explicarlos con su cara a escasos centímetros de la mía. La besé metiendo mi mano bajo su falda para acariciarle su culo magnífico a modo de reafirmar mi soberanía, ella suspiró y se dejó hacer.

Continuará.....

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