La apuesta: Capítulo 2

Pese a los sentimientos encontrados Maite ayuda a su marido a cumplir con el primer objetivo
Cuando llegué a casa conversé con los niños y Maite en forma normal, cosa que relajó el ambiente de la casa, saqué a pasear al perro trotando hasta un parque cercano, luego tomamos un aperitivo previo a la cena, estaba realmente relajado, pero después de que los chicos se acostaran Maite me llamó y nos sentamos en la mesa del comedor para seguir con su plan:

    Bueno amito, debemos comenzar con el plan para vencer a Andrés, siéntate a mi lado.
    Claudio: Bueno corazón ¿qué propones?
    Maite: Comenzar con una candidata fácil para que a lo menos empates el marcador, luego con la que sea más rápida de cazar, por lo que te propongo lo siguiente:

    Primero te follas a Berta
    Luego a Carla

    Claudio: ¿Motivos por ese orden?
    Maite: Si, tengo los siguientes: a la primera le gusta ir a esos clubes de ligues y me contó que mañana iría al Bar “Sin-Bólico” que queda cerca de su casa ya que tiene ganas de follar, ahí estarás tú y te la follaras.
    Claudio: ¿Te cuenta eso?...
    Maite: Sí, somos amigas
    Claudio: ¿Pero a qué hora irá y si prefiere a otro tipo?
    Maite: Ay mi pardillo, estarás desde que abran a las 18:00 hasta que ella llegue, y sí o sí, debes entrarle y follarla, ya sabes que puedes, solo debes tener confianza en ti mismo
    Claudio: En cuanto a la segunda
    Maite: Tal como te dije tiene una aventura con su profesor del club de golf, por lo que podemos “sorprenderla” y extorsionarla.
    Claudio: ¿Pero cómo?
    Maite: Ya me encargué de eso sin saberlo. Hace un tiempo me di cuenta de algo raro tenía con su profesor y un día los seguí hasta una bodeguita aledaña al green y los vi como le daban duro y parejo, por lo que le saqué unas cuantas fotos.
    Claudio: Pero….
    Maite: ¿No me digas que tiene resquemores por extorsionar un poco a esa puta?
    Claudio: Sí, no soy de esos…..
    Maite: Si queremos ganar ahora lo serás y punto.
    Claudio: Eres increíble, solo te faltó tener la ficha de ellas con las medidas.
    Maite: Tengo casi todas, y las de estas dos ya las tengo completas.
    Claudio: ¿En serio?
    Maite: Sí léelas, dijo pasándome dos cartoncitos con anotaciones.

Berta:

Morena de ojos color marrón, mi amiga, seria y trabajadora, no cree en los hombres por desilusiones amorosas, sin hijos.

Vive en Av. La Marina 15XX departamento 207

Divorciada del Detective Juan Perez, trasladado a otra ciudad

Asiste al gimnasio SPA EXMARRIED

Oportunidades: Asiste a dos clubes para buscar ligues de una noche. Bar “Sin - Bólico” o El “Sin - Tético”. Le gusta mucho el sexo fuerte.

Desventajas: No ha experimentado relaciones homosexuales ni tríos y su profesión de detective conlleva un riesgo.

Medidas: Altura 1,7 metros pecho 98 copa D, cintura 65, culo 98

Carla:

Trigueña de ojos verdes, cuñada, seria, pesada, cariñosa con sus niños, aparenta ser la esposa perfecta.

Vive en Av. Las América 555X departamento 1701

Casada con Raúl mi hermano el que tiene sus propias amantes,

Asiste al gimnasio BUENFIT, lunes, miércoles y viernes

Asiste al club de Golf los martes y jueves, ocasionalmente los sábados

Oportunidades: Le gusta mucho el sexo guarro, tiene un amante en el club de golf, su marido la engaña en forma permanente, no ha experimentado relaciones homosexuales, ni tríos.

Medidas: Altura 1,65 metros pecho 88 copa B, cintura 61, culo 90

Esa noche dormí intranquilo pese a que Maite me hizo masajes y me realizó una mamada de ensueño para que me relajara, soñaba que Berta me detenía e iba a parar a un calabozo, donde Raúl oficiaba de mi abogado defensor haciendo que me condenaran al infierno. Al otro día me levanté con mas ojeras que con las que me había acostado, al desayuno Maite me dio otra arenga para que me fuese más confiado a trabajar.

Llegué a mi oficina y a los dos minutos llegó Paula con un humeante café y una sonrisa que se agradece, cerró la puerta y se puso a mi lado , dejó el café y se inclinó, al igual que el día anterior, la besé y metí mi mano por debajo de su falda, vestía unas medias con sujetadores o como se llamen y unas bragas tipo tanga brasileña que dejaban sus nalgas a mi entera disposición , las amasé con lujuria, las tiene tan abundantes como duros balones de voleibol, tuve la tentación de preguntarle sus medidas:

    ¿Cuáles son las medidas de tu cuerpazo Paula?
    Paula: ¿Ay Jefe para que quiere saber?
    Claudio: Porque me gusta saber que me voy a comer
    Paula: En ese caso, mido 1,68 metros, busto 85 con copa B, 60 de cintura y caderas 94, sé que no tengo mucho busto pero sí lindas piernas, jejeje.
    Claudio: Estas muy buena y efectivamente tienes lindas piernas, ahora déjame trabajar que ya te daré lo tuyo un rato más.

Cuando Paula iba saliendo de mi oficina entró Andrés con su cara de triunfo, como de costumbre repasó a Paula con la mirada y se sentó frente a mí, lo miré intentando disimular mi nerviosismo y preocupación por lo que estaba viviendo por nuestra apuesta

    Hola cuñado me dijo.
    Hola Andrés ¿qué te trae por aquí?
    Andrés: No mucho solo te vine a informar que hoy saldré con Amelia la Abogado, quedamos de ir a cenar por “negocios” dijo haciendo el ademan de las comillas, y tú ¿cómo te va en eso?
    Claudio: Bien ya estoy trabajando en ello.
    Andrés: ¿Estás haciendo algún tipo de planificación?, jajaja
    Claudio: Algo así.
    Andrés: Veo que no quieres conversar, me voy….a propósito tu secretaria cada día está mejor, estoy por cambiártela, jajaja
    Claudio: Ni lo intentes, cada uno con su propia secretaria.
    Andrés: Bien cuñadito nos vemos.

A la hora de almuerzo no salí de la Oficina pidiéndole a Paula que me trajese algo de algún restorán cercano. Así lo hizo, entró con una bandejita y cerró la puerta mirándome con cara de ahora me toca comer el postre, yo le iba a decir que me dejara solo para comer, pero se sacó la blusa y luego la falda quedando casi desnuda; solo con sus medias y su tanga, ¡que les puedo decir!, mi verga se entusiasmó de inmediato. De pronto recordé que yo era el “lobo” y no la “Oveja”, por lo que le dije:

    Ahora me toca comer mi emparedado, por lo que cómeme la verga por mientras, cuidando de que no me corra.
    Paula: Pero no quiere darle duro a su secretaria jefecito.
    Claudio: No te lo voy a repetir, cómeme la verga hasta que termine y luego veremos.

La chica se arrodilló debajo de mi escritorio sacando mi feliz verga mientras yo degustaba mi vianda, comenzó dándole besitos por todos lados, luego retiró mi prepucio y comenzó a lamerlo como a un helado, luego lo chupaba cuidando de no sobre estimular mi frenillo, debo reconocer que Paula es una maestra del felatio, a duras penas logré zamparme mi emparedado, pues a esas alturas ella engullía todo mi badajo hasta las campanillas, la detuve y apartando los restos de mi merienda la senté en mi escritorio frente a mí, y comencé a comerle el coño para su felicidad, puse sus piernas sobre mis hombros y le magreaba el culo sin parar, a los minutos se corrió en mi boca, luego la puse inclinada sobre el escritorio y le empalé el maravilloso culo que tiene hasta hacerla berrear de placer, cuando su excitación llegaba al tope, le ordené que se “dedeara”, corriéndonos casi al unísono.

Luego de que limpiara mi verga, la hice que volviera a su lugar de trabajo, estaba en eso cuando me llama Maite, cosa extraña pues ella no suele hacerlo, supuse que sería otra arenga para que no falle en cumplir mi objetivo.

    Hola mi amito, ¿te gustó follarte a Paula?
    Claudio: ¿Pero como supiste?....¿Ella te dijo?
    Maite: No corazón yo se lo pedí….para que tuvieses más confianza en que en la tarde con Berta lo lograras sin problemas
    Claudio: Gracias por los ánimos, pero creo que estás exagerando.
    Maite: Tal vez, pero haremos lo necesario para no perder.

A eso de las 17:30, entró Paula y me dijo que debía marchar a la reunión que agendó Maite con Berta, me entregó una pastilla azul y un vaso de agua, no lo podía creer, mi Maite no dejaría que huyera del encuentro, por lo que resignado tragué la pastilla y tomé mis cosas, cerrando la oficina, no sin antes ser magreado por mi secretaria, a la que mi esposa le pidió que me diera ánimos para enfrentar mi tan importante reunión.

Llegué un poco antes de que abrieran el bar, me senté cerca de la entrada aún cuando no muy visible, ya que me sentía algo avergonzado de ser visto por un conocido o simplemente por cualquiera que viera que yo era un “desesperado”. Pronto los parroquianos tanto hombres como mujeres comenzaron a entrar, la mayoría se notaba que eran oficinistas, de pronto una chica me preguntó:

    Puedo acompañarte,
    Espero a una chica,
    Tú te lo pierdes

Esa breve conversación me levantó el ánimo, así pasaba el tiempo esperando a mi primer objetivo. Llevaba una hora sentado cuando entró Berta, se veía estupenda, “vestida para matar”, mi corazón se aceleró, no podía pensar que tenía que cornamentar a mi mujer con ese mujerón, que a su vez es su mejor amiga. Dándome ánimos me levanté y la llamé, ella se sorprendió y esbozó una mueca como sonrisa, tal vez pensando que al estar yo, hoy se iría a su cama sin follar.

    Hola Berta, ¿como estás?, siéntate conmigo.
    Berta: Ah, hola Claudio….es que…
    Claudio: Vamos, que no me puedes despreciar chiquilla.
    Berta: Ehh…bueno sentémonos un rato.
    Claudio: ¿Qué te apetece?
    Berta: Una cuba libre, deseo algo refrescante.
    Claudio: Camarero, dos cubas libre.
    Berta: ¿Pero que haces aquí sin Maite?
    Claudio: Vine a tirar una canita al aire para relajarme.
    Berta: Pero hombre, nunca pensé que fueses de esos…
    Claudio: Es que Maite me lo pidió, pues quiere que aprenda a darle duro, ya que según ella soy demasiado tierno y solo le hago el amor, dije sin cortarme ni un poco.
    Berta: No te lo puedo creer, así de simple te lo dijo mi celosa amiga.
    Claudio: Si y aquí me tienes buscando alguien con quién aprender, y en eso te vi entrar.
    Berta: Joder macho, ¿o sea quieres aprender conmigo?.
    Claudio: Sí, en cuanto te vi entrar fue lo primero que se me pasó por la mente.
    Berta: En ese caso sería un honor para mí ser tu maestra, todo sea por mi amiga, que entre nosotras hay confianza.
    Claudio: Estupendo, nos tomamos las cubatas y nos vamos.
    Berta: No, mejor nos vamos y comenzamos de inmediato las clases.

Nos fuimos en mi coche, ya que ella había llegado en taxi, lo que era ideal para mí, entramos a su edificio como si fuéramos solo amigos, lo que en realidad éramos, mis manos me sudaban y mi corazón no dejaba de estar acelerado, subimos por el ascensor por lo que me acerqué a ella con intención de tomar la iniciativa, pero me detuvo en seco y me señaló la cámara de seguridad, me sonrió y se dio vuelta. Entramos a su piso y desde la entrada ella se colgó de mi cuello, solo atiné a tomarla por su orondo culo y apretarla contra mi dureza, nos besamos con pasión , ella se colgó de mi rodeándome con sus tonificadas piernas cargando todo su peso en mis brazos, para no caer me giré y la estrellé lo más suave que pude contra la puerta, ella exhaló por el estrellón que le di, acomodé mi manos bajo su falda que ya se encontraba subida por nuestro accionar. Esta mujer es una bomba sexy que estaba para comérsela con su piel mate claro, cuya suavidad no se condecía de su profesión, diría que era suave como la seda, sus nalgas duras como balones de futbol, creo sin dudas que tenía en mis manos el mejor culo que había tenido en mi vida.

    Berta: Has empezado bien cabrón, aprieta más mi culo, hazme sentir tu poder.
    Claudio: Lo haré zorrita, créeme que lo haré.

Le restregaba mi encerrada verga por sobre su rajita del coño solo cubierta por su tanguita, mi calentura iba en aumento tan rápido como la de ella, tanto que ella como pudo liberó mi verga sin bajar de mis brazos. El esfuerzo por tenerla apretada contra la puerta era mucho pero valía la pena, nos comíamos nuestras bocas con pasión, solo gemidos o suspiros nos decían cuán bien estábamos acariciándonos, ella corrió su tanga a un lado y me dijo.

    Métemela, que la necesito, dame duro…..ahhhh
    Claudio: Bien mi zorrita, ahí va y se la metí de un golpe hasta la empuñadura.
    Berta: Así cabrón, lo necesitaba…..mmm como llenas, que suerte tiene Maite
    Claudio: Ahora la tendrás tú…

Apoyada contra la puerta la penetraba todo lo rápido que ella quería, creo que aguanté su pavoroso ritmo porque había descargado parte de mi leche en el culo de Paula, de otra forma me hubiese corrido a los pocos segundos. Pasaron los minutos, serían tres o cuatro cuando ya mis brazos no podían más, ella comenzó a decirme al oído

    Me corro, cabrón dame más rápido que me corrooo…ahhhh
    Claudio: Toma zorrita, que yo también me corro dije acelerando mi mete saca.

Me corrí en su interior profusamente, debo confesar que ni siquiera me acordé de usar condón, (pensé: Maite me matará y luego me hará hacerme exámenes), por fin bajó de mi cansado cuerpo y me llevó al dormitorio, todo esto sin palabras. En ese lugar al verla como se inclinaba para retirar los cojines de su cama, mi verga reaccionó a causa del hermoso culo que veía y al viagra que me había tomado. La puse en cuatro patas y volviéndole a subir el vestido le saqué su tanguita a tirones y la enculé usando un condón extra lubricado que debía de haber usado antes, en fin, por lo menos ahora me serviría. Berta sintió mi acometida e intento evitarla pero no alcanzó, se la metí de un solo viaje y comencé a cabalgarla freneticamente, ella gemía entre dolor y placer. Yo le daba duro con mi ya casi insensibilizada verga.

    Ay eres un cabrón…me atacaste a mansalva…maricón desgraciado, picha floja, creo que me dijo de todo menos guapo.
    Claudio: Mira zorrita, ya sé que te ataqué a traición, pero eso de picha floja no te lo acepto, jajaja
    Berta: Mmmmm…..es cierto de picha floja nada…dame cabrón dijo apoyándose en un codo y la cabeza mientras con la otra mano se estimulaba el coño.

Nuevamente le di duro, sin miramientos, de pronto me acordé de mi celular y lo saqué mientras culeaba a Berta, comencé a grabar mi video mientras ella se entregaba al placer, de pronto me miró y me dijo que no la grabara, que ella era detective y no podía hacerlo, no le hice caso hasta que se corrió. Le saqué mi verga del culo, luego sacándome el condón, hice que la mamara mientras nos grabábamos para el video de prueba; ella entregada a los hechos, me la comió como solo lo hacen las expertas derramando la poca leche que me quedaba en su boca. Luego nos pusimos de pié y la ayudé a sacarse el vestido y su sujetador, sus tetas eran de pecado, por lo que sin más, comencé a comerlas y estrujarlas con pasión, ella me sacó mi camisa mientas yo intentaba succionar sus pezones con toda mi fuerza.

    Ahh….para ser primerizo no eres para nada malo. Pero para que quieres el video.
    Claudio: Para mostrarle a Maite lo buena profesora que eres.
    Berta: Pero me va a matar por regalarle una cornamenta.
    Claudio: Creo que estará feliz, pues así estará segura que no me metí con una furcia llena de las siete plagas….
    Berta: En ese caso puede estar segura que estoy totalmente sana ya que contigo es el primero que me lo mete sin condón en muchos años.
    Claudio: ¿En serio? Pregunté pensando en el alivio de recibir esa noticia.
    Berta: Sí, pero creo que tendré que tomar la pastilla del día después.

El maravillosos viagra puso a mi verga en condiciones de combatir nuevamente a los pocos minutos, por lo que con las piernas de Berta al hombro, comencé a follarla nuevamente. De pronto ella me pidió la cámara y me gravó mientras aullaba de placer y le enviaba mensajes a su amiga o sea mi esposa, donde le relataba lo bueno que estaba yo y lo que estaba disfrutando como le llenaba el coño de verga; debo decir que ese morbo que surgía de la situación hacía que el viagra fuera casi innecesario, además ver los impresionantes melones de Berta cimbrándose a ritmo de mis estocadas eran para levantar a un muerto. 

Mi primer objetivo de la lista se volvió a correr entre espasmos y convulsiones de su coño, los que estrujaron la poca leche que me quedaba en mis cojones, caí rendido de tanto darle, debo confesar que fue el mejor polvo de mi vida, pero eso no se lo diría nunca a nadie. Luego de retozar juntos un rato, me duché marchándome a casa, dejando a la extenuada Berta en cama. Pese a que estaba autorizado por mi amada Maite, no dejé de tener cargo de conciencia,…. en menos de dos días había cornamentado dos veces a mi esposa.

Llegué a casa a eso de la media noche, mis niños estaban dormidos pues debían ir al colegio, solo me esperaba Maite al entrar ella se levantó de la cama y me abrazó con fuerza, no tuve que decirle nada para que comprendiera que la misión con el primer objetivo estaba cumplida; después del abrazo me llevó a la ducha y nos metimos juntos, no me atreví a decirle que ya lo había hecho, nos besamos y acariciamos tiernamente. Toda la situación era extraña, pese a follarme a Paula por todos los agujeros; el hecho de haberme follado a Berta, hacía que mi adorada Maite sufriera un duelo que no pensé que tendría, nos dormimos abrazados sin darnos cuenta.

Al día siguiente, luego de ir a dejar a los niños juntos, mi amada se empecinó en acompañarme a la oficina, la cara de desilusión de Paula al vernos entrar, me dijo que no esperaba verme con mi esposa, Maite se dio cuenta de inmediato y le pidió amablemente que tomáramos café juntos, la chica llegó con los tres café y se sentó frente a los dos.

    Maite: Paula querida, a estas alturas no tengo problemas que folles con mi marido tu actual Jefe, pero no debes poner esa cara cuando llego con él a la oficina, es más no necesitas pedirme permiso para hacerlo, solo basta que él me lo diga.
    Paula: Perdón señora Maite, es que…..
    Maite: Pienso que te gustó y te ilusionaste de poder con el tiempo disfrutarlo para ti sola, pero eso no sucederá, o te acostumbras que él te folle cuando queramos o simplemente no lo harás nunca más, ¿entendido?
    Paula: Sí señora Maite entendido.
    Maite: Bien después del café me comerás el coño y luego le mamarás la verga a mi marido en mi presencia, ¿entendido?
    Paula: Si señora.

Tomamos café y Paula cumplió con lo encomendado con gran dedicación, asumiendo que ella era solo una más de la manada y no la “Hembra Alfa”, luego de retirarse Maite me dijo que me sentara a su lado que teníamos que planificar nuestra próxima movida. Estábamos en eso cuando entró como de costumbre Andrés, el que se sorprendió al ver a su hermana en mi despacho, luego de la sorpresa inicial nos saludó.

    Hola a los dos, pero que sorpresa encontrarte aquí hermanita ¿qué haces?
    Maite: Hola hermanito, solo vine para que con Claudio planifiquemos las vacaciones con la suficiente antelación, pues queremos ir solos a un viaje de segunda luna de miel.
    Andrés: Pero que bien hermanita, los dos lo merecen.
    Claudio: ¿Te puedo ayudar en algo?
    Andrés: Solo venía a conversar si ya habías cumplido tu primera meta, que yo ya tengo cumplida una y creo que hoy concretaré la segunda.
    Claudio: Ahh, ¿te fue bien con el abogado ayer?
    Andrés: No tanto como quería, pero quedamos de finiquitar el tema hoy y ¿tú?
    Claudio: Avanzo mi querido socio, avanzo lento pero seguro.
    Andrés: Ah que bien, suerte, los dejo que debo ir a trabajar.

Salió con la cara llena de risas, como de costumbre revistó a Paula y se despidió diciendo lo linda que se veía, (pensé: ese no va a escarmentar nunca), nos miramos con Maite y nos reímos a carcajadas, tanto que Paula nos miró con cara de pregunta, le hicimos señas que nos cerrara la puerta para continuar con lo nuestro.

    Maite: Partiendo de la base que te fue bien con Berta, ahora debemos ver qué hacer con la puta de Carla, a propósito ¿tienes el video de prueba?
    Claudio: Eh….sí, lo tengo.
    Maite: Lo puedo ver….
    Claudio: No sé si será bueno que lo veas.
    Maite: Vamos Claudio que ya te he visto haciendo de todo con Paula.
    Claudio: Sí pero esto es distinto….ella era tu amiga
    Maite: Tienes razón es distinto, pero ya lo asumí y éramos, somos y seremos amigas.
    Claudio: Bueno mírale dije pasándole mi móvil para que lo mirara.

Miró el video con mucha atención, su cara no era una poesía, pero lo resistía, pero casi al final, a diferencia de todo lo que habíamos hecho, de sus preciosos ojos gris azulado salieron unas lágrimas. Me sentí como un gusano, miró todo, escuchó todo y luego me lo devolvió, intenté abrazarla pero ella me lo impidió diciendo

    Comencemos a trabajar…
    Sí comencemos le respondí mirando la tarjeta de Carla que teníamos en la mano.

Continuará...

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